Mi hijo tiene un amigo con Síndrome de Down
Les damos la bienvenida al segundo artículo de nuestro Blog Viernes Sin Barreras. Soy la Miss Erika Torres y en esta oportunidad vamos a compartir la importancia de educar a nuestros hijos con los valores de la tolerancia y el respeto hacia las personas con Síndrome de Down, sobre todo, enseñarles que una amistad con un niño de esta condición es algo normal y posible.
Para los padres, saber que su hijo va a estudiar con un niño con Síndrome de Down puede generar muchas dudas, más aún, si se desconoce sobre el tema. Muchas veces hemos escuchado frases como: “a mi hijo se les pueden pegar malas costumbres” o incluso, hay otros que tratando de disimular su incomodidad, dicen que (ellos) “podrían ser mejor atendidos en un centro de educación especial”. Sin embargo, los niños con una discapacidad intelectual crecen, conviven y cultivan amistades con las personas de su entorno. A su vez, la presencia de un niño con Down en un colegio regular, puede servir de lección para que los demás estudiantes desarrollen su empatía, paciencia y compromiso con esta condición física. Y de manera más general, es un importante aprendizaje para entender y aceptar las diferencias entre las personas.
Todos somos únicos e irremplazables, y como padres somos responsables de enseñar a nuestros hijos lo importante que es respetar la singularidad de cada persona. Por ello, es nuestra tarea inculcarles a que aprendan a convivir con personas con discapacidad, y quizás, si se dan las circunstancias, a que puedan compartir momentos de sincera amistad. Recuerda que los amigos se encuentran de manera natural y espontánea: no es algo que se pueda imponer ni planificar.
Por ello, les ofrecemos algunas sugerencias que ayudarán a fortalecer la empatía de sus hijos:
1) Eliminemos los sobrenombres o etiquetas frente a un niño con diversidad.
2) Evitemos concentrarnos solo en la compasión: enfoquémonos más en la persona, no en sus deficiencias.
3) Usemos un lenguaje de respeto, tanto en el ámbito familiar, educativo y social.
4) Investiguemos más en el campo de la discapacidad intelectual.
5) Encontremos el tiempo y los espacios fuera de las aulas, para que nuestros hijos puedan convivir y conocer a niños con diversidad.
Recuerden, tenemos la gran oportunidad de construir un futuro más justo para todos. Enseñemos a nuestros hijos a valorar la diversidad y reconocer el aporte que pueden realizar las personas con síndrome de Down en nuestras vidas. Recuerda… lo normal es ser diferente.
Psic. Erika Torres Garibay
Coordinadora Formativa D.A.D.