Como colegio católico perteneciente a la Orden de San Agustín, creemos firmemente en el respeto a cada ser humano porque todos somos hijos de Dios. Es por ello, que desde el departamento de atención a la diversidad (DAD) promovemos proyectos que apuntan a desarrollar conciencia en la comunidad NSC sobre el respeto a la diversidad como parte de la naturaleza humana, en cada uno de los ciclos formativos y grados de estudio.
Siguiendo esta línea, en este bimestre se trabajará la temática “Comprometidos con amor”, teniendo como objetivo principal sensibilizar, concientizar y desarrollar la mirada empática de nuestros estudiantes, para que acojan con respeto y tolerancia a sus compañeros con una condición distinta, y al mismo tiempo, se vean enriquecidos al reconocer que la diversidad es parte de la naturaleza humana.
El compromiso con amor es permanecer en el camino hacia una dirección con doble sentido. La dirección a seguir es clara: lograr que toda persona con discapacidad goce de todos los beneficios de la vida en sociedad. El sentido debe ser doble, de la persona con discapacidad hacia la sociedad y de la sociedad hacia esa persona.
Seamos conscientes que la persona con discapacidad debe esforzarse el doble y a veces hasta el triple, si es que no es más, por aprender y aplicar las normas de convivencia para ser considerado un ciudadano de pleno derecho.
Algunos padres o profesionales expresan sobre el niño con discapacidad que debe estar en una escuela especializada, que retrasa al grupo, que será modelo de malos ejemplos…. Si se detuvieran a observar detenidamente, que una persona con discapacidad necesita más tiempo, más esfuerzo y constancia que cualquier otra persona para obtener logros que los demás alcanzan sin conciencia ni esfuerzo. Empezar a andar, a hablar, a leer…son metas que deberá dedicar más esfuerzo y tiempo que cualquiera de sus hermanos o compañeros de colegio.
En la otra dirección, la sociedad debe ir más allá de tolerar, respetar y aceptar la diversidad, debe de valorar y celebrar esa diversidad que tanto nos enriquece. La sociedad se ha de transformar para dar la bienvenida a todas las personas en su seno, sean cuales sean sus capacidades y sus limitaciones, y tiene que aprender a ser inclusiva, para que todos tengan cabida en ella en equidad de derechos.
La sociedad debe ser capaz de aportar el mismo trabajo y realizar el mismo esfuerzo que hacen las personas con discapacidad, si queremos que el ideal inclusivo se haga realidad. Y esa es una tarea en la que todos debemos de comprometernos con amor: familiares, profesionales y ciudadanos en general. Todos tenemos responsabilidad importante en el proceso de inclusión, sean o no sean conscientes de ello.
Debemos estar comprometidos con amor y responsabilidad para seguir transformando nuestra sociedad y hacerla más inclusiva. Desde nuestra comunidad educativa nuestro compromiso de servir de modelos y guías en este proceso se mantiene firme con cada propuesta que vamos desarrollando en favor de hacer del mundo un lugar más inclusivo.
“El compromiso es un acto, No una palabra”