Cómo apoyar a una persona con trastorno del espectro autista, T.E.A
Tener un estudiante con TEA es un gran desafío para favorecer el aprendizaje, ante ello dejamos siete consejos para apoyarlos:
- Establecer una rutina: las personas con espectro autista prosperan con la estructura, por lo que tener una rutina predecible y estable baja su ansiedad. Crear un horario visual es una manera eficaz de hacerlo ya que le dará seguridad y le ayudará a ejercitar su memoria.
- Tomar en cuenta su sensibilidad sensorial: las personas con trastorno del espectro autista pueden tener reacciones intensas positivas o negativas a la estimulación sensorial, por lo que tener esto en cuenta y tratar de hacer el aula más amigable es esencial en estos casos. Para esto, es necesario observar y aprender cuáles son las sensibilidades individuales del alumno, ya que cada persona con TEA es diferente. Por ejemplo, si cierto sonido le causa angustia, tratar de evitar hacerlo.
- Administrar cambios: aunque a veces las alteraciones son inevitables, prever y preparar al estudiante para los cambios puede aliviar la situación. Por ejemplo, si van a tener una actividad en el patio, llevarlo con días de anticipación o mostrarle y darle fotos para que se familiarice con el espacio antes del cambio. Este tipo de actividades son de gran ayuda ya que le dan la oportunidad de mentalizarse, adaptarse y no abrumarse.
- Ser claros: algunas personas con TEA tienen dificultades para comunicarse e interpretar lo que otros dicen, es importante ser simples y directos. Se debe tener cuidado con la manera en que se expresa y evitar metáforas, preguntas retóricas u oraciones complicadas.
- Integrar sus intereses: aquellas personas dentro del espectro suelen formar intereses muy centrados, por lo que el maestro puede aprovechar sus gustos para impulsarlo a aprender y hacer sus tareas y actividades. Por ejemplo, si le interesan los dinosaurios, incluir imágenes o especies de ellos en los problemas de matemáticas o ejercicios de ortografía puede hacer una gran diferencia en su participación.
- Incluir a los padres: los que mejor saben qué tipo de estímulos sensoriales, actitudes y gustos afectan al estudiante con autismo, son sus familiares. El padre, madre o tutor pueden aconsejar al maestro de cosas que funcionaron en casa, por ejemplo, o viceversa, el docente puede dar también consejos de qué actividades hacer o evitar. Hacer esto ayudará a que las familias se sientan más integradas, tranquilas con la educación de su hijo y la capacidad del educador y la escuela.
Desarrollar resiliencia: tener un estudiante que pertenece al espectro del autismo no es sencillo, por lo que es importante saber cómo mantener una mentalidad positiva en los días difíciles. Construir una relación con el estudiante no es algo que sucede de la noche a la mañana, se necesita tiempo y dedicación.