Hola… Este domingo 23 de abril me permito discurrir por unos pasajes de mi vida que son muy significativos y que al compartirlos con ustedes, amables lectores, les hago parte de mi alegría y gratitud.
Comenzaré con lo que considero más importante, contarte que un día como hoy, hace 68 años, contrajeron matrimonio mis padres. Aunque te sorprendas, en aquella época y en aquella comarca de León, la novia iba vestida de negro. Eso era lo que mandaban los cánones y de ese color se casó mi madre, como lo hicieron en su momento mis abuelas y todos aquellos que vivían en esta comarca leonesa.
Más allá de la anécdota, está por mi parte la gratitud a Dios no solo el 23 de abril de cada año, sino de todos los años, por la familia que me ha dado y en particular por mis padres. Un día como hoy, domingo aunque no exactamente 23 sino 20 de abril del año 1986, ingresé por primera vez a una cabina de radio. En aquella época, la emisora se llamaba “Telestereo 88” y hoy lleva el nombre de “Mágica". La historia fue muy simple y a la vez muy significativa para mí, porque se dio en una circunstancia sobre la cual he pensado varias veces, cómo sin haberme preparado para la radio terminé ese domingo 20 de abril iniciando una vida en medios de comunicación que me abrió a la televisión y desde enero del año 90 a mi querido “Expreso”. La radio estaba a una cuadra del colegio San Agustín, los dueños de la radio en especial mamá Vicky, una mujer muy religiosa, quería que un sacerdote leyera los domingos el evangelio y durante 3 minutos lo explicara. La radio es musical, pero solo música con sus locutores durante el día. Un sacerdote jesuita era quien hacía los 10 minutos de cada domingo al mediodía, pero el superior de los jesuitas designó al Padre Luis a un
convento en el Callao y desplazarse del Callao a San Isidro por 10 minutos no le era fácil.La dueña de la radio pensó en un sacerdote vecino a su casa, quien no podía por estar en otra radio, pero le recomendó a mamá Vicky que fuera al colegio San Agustín y que hablase con el director, Padre Cesáreo Fernández de las Cuevas. Conversó con él y aceptó, pero llegado el día, no pudo ir por tener otro compromiso con Cursillos de Cristiandad y me mandó a mí. Por casualidades de la vida llegué a la radio con un disco de vinilo: “Cómo no creer en Dios” interpretado por Piero Solari. En otro momento te contaré la historia completa, gracias por acompañarme hoy.
“No sé ustedes, pero yo soy feliz con solo levantarme y ver a mi madre viva”
Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!
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